El Reino de Marruecos ha decidido apostar con fuerza por el sector de las microfinanzas para dinamizar su economía, dotándolo de un enfoque más amplio y moderno. Tradicionalmente, estas instituciones se limitaban a otorgar pequeños préstamos a personas excluidas del sistema bancario. Ahora, en cambio, su papel se expande: podrán captar ahorros, ofrecer servicios digitales y respaldar proyectos de mayor envergadura. El propósito es movilizar a pequeños emprendedores, artesanos, comerciantes y jóvenes con iniciativas innovadoras, con el fin de estimular la prosperidad, según la revista Challenge.

Hasta ahora, el microcrédito en el país había estado enfocado principalmente en los sectores más vulnerables, con montos reducidos y una fuerte dependencia de donantes y subvenciones. Con el nuevo marco legal, las instituciones financieras podrán conceder préstamos de mayor cuantía, pensados para comerciantes que deseen ampliar sus negocios, artesanos que busquen modernizar sus talleres o cooperativas interesadas en organizar y profesionalizar sus actividades. La reforma también abre la puerta a la integración de soluciones digitales, como pagos móviles o monederos electrónicos, facilitando así el acceso a los servicios financieros.

Para Karim Zaitouni, director ejecutivo de Sispay, este cambio no significa transformar las microfinanzas en un modelo bancario tradicional. “Ampliar sus funciones no pone en riesgo su carácter social, sino que lo refuerza. Cuanto más sólidas sean las instituciones, más capacidad tendrán de llegar a públicos diversos. El verdadero desafío no es elegir entre inclusión y rentabilidad, sino combinar ambas”, afirma.

El reto central, coinciden los especialistas, está en conservar la vocación social de estas entidades mientras se amplían sus servicios. La clave, aseguran, estará en la variedad de productos: desde microcréditos accesibles para pequeñas organizaciones, hasta soluciones más ambiciosas para quienes buscan dar un salto hacia el crecimiento.

Zaitouni señala tres condiciones esenciales para garantizar el éxito: contar con un marco regulatorio actualizado y fiable, mejorar las competencias de las instituciones de microfinanzas y fomentar la educación financiera entre los beneficiarios.

La tecnología digital será, según los expertos, el gran motor de esta transformación. Aplicaciones móviles, terminales de autoservicio y herramientas de pago electrónico permitirán acercar las finanzas a la ciudadanía y simplificar el acceso a ellas.

Más allá del aspecto financiero, esta reforma dibuja un modelo de desarrollo basado en la energía de los pequeños proyectos. Un artesano, un comerciante o un joven emprendedor dispondrá ahora de medios más adecuados para financiarse, acceder a recursos modernos y construir un camino sostenible. El desafío es que estas iniciativas locales puedan convertirse en auténticos motores de crecimiento económico para el país.

Publicado el : 29 de septiembre de 2025

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